Williams quiere convertirse en un equipo ganador. Si eso sucede, uno de los retos que James Vowles tendrá será mantener la armonía entre Carlos Sainz y Alexander Albon. Pero el británico tiene muy claro cómo conseguirlo.
Williams todavía está en una situación en la que no tiene demasiado sentido que sus pilotos prioricen sus aspiraciones personales a las del equipo. Por tanto, prima la cooperación entre un Carlos Sainz y un Alexander Albon que, además, siempre han sido muy colaboradores con sus respectivos compañeros.
Pero el objetivo de Williams es otro: llegar a un punto en el que sus dos pilotos sean candidatos a las victorias e, incluso, los títulos. Y es en esa situación cuando la mentalidad del piloto se vuelve un poco más egoísta, sabedor de que el campeonato de pilotos no es la verdadera prioridad de su equipo.
«El objetivo es ganar dos campeonatos, pero el de constructores es probablemente el más gratificante»
Vowles vivió el duelo entre Hamilton y Rosberg
Si Williams llega a colocarse en esa situación, James Vowles será el encargado de establecer normas y límites para salvaguardar el buen funcionamiento del equipo. Para evitar que ocurra lo de McLaren en 2007 o lo de Mercedes al comienzo de la era híbrida (2014), por ejemplo.
Precisamente, el ingeniero británico vivió en primera persona este último, el del duelo entre Lewis Hamilton y Nico Rosberg que, de hecho, acabó con la amistad entre ambos. Y, admitiendo que en aquella ocasión Toto Wolff y él cometieron errores, ahora tiene muy claro cómo afrontar una situación similar con Sainz y Albon.
«Sus egos están controlados, no hay un macho alfa. Estoy seguro de que puedo crear una estructura que les permita impulsarse mutuamente, a sí mismos y al equipo, pero de una manera que sea cohesiva hacia el resultado. Estoy muy seguro de ello», comienza afirmando James Vowles.
«Lo haría más bien como aprendimos a procesarlo hacia los últimos años. Creo que estaba muy verde en 2014/2015. Teníamos una estructura que no era ni de lejos lo suficientemente robusta y fuerte como para lidiar con dos potenciales campeones del mundo, que es lo que son», añade el ingeniero británico.
«He aprendido muchísimo de eso. Y cambiamos bastante en la forma en que manejamos las cosas en 2016, 2017, 2018 e incluso hasta 2021. Así que obtuve el beneficio al final de ese viaje, y luego también el aprendizaje adicional que he tenido desde entonces», considera.
James Vowles, director del equipo Williams
La mentalidad del piloto y cómo controlarla sin herirla
Lo cierto es que la Fórmula 1 es un deporte complejo a la hora de gestionar los egos. Por un lado, están los intereses de los cientos de personas que forman un equipo. Por otro lado, el objetivo individual del piloto.
«Los pilotos profesionales son como cualquier atleta de élite del mundo», desgrana Vowles a este respecto. «Quieren saber que pueden superar los límites, pero de una manera que entiendan cuáles son esos límites, de modo que cuando los trasciendan, tengan un mecanismo de corrección implementado».
«Pero, para que quede claro, todavía pueden ser ellos mismos. Quieres ser recordado por ser un verdadero deportista de pies a cabeza, con suerte uno que sea un ganador. Solamente hace falta un suceso para perder la fe y la confianza del equipo y de todos los que te rodean», amplía.
Vowles considera que la clave está en encontrar el punto de equilibrio entre dos extremos. «No se trata de restringirlos, sino de que sepan que, como deportistas, pueden esforzarse absolutamente hasta el límite, pero sabiendo dónde está ese límite. Porque sin guía, ese límite podría estar en un lugar muy diferente».
La compleja situación en la que Williams espera encontrarse algún día es la que actualmente vive McLaren, con Oscar Piastri y Lando Norris disputándose el título. James Vowles considera que «McLaren también tiene esta regla. La regla número uno es que no se eliminen el uno al otro. No os hacéis daño el uno al otro».
«No os desviáis el uno del camino del otro. Estamos aquí como un equipo y el equipo es más grande que vosotros dos. Y si ganas un campeonato o luchas por él, es el resultado de que todos trabajamos juntos, no a pesar del hecho de que todos estamos trabajando juntos», resume.
Qué hacer si los pilotos traspasan el límite
Ahora bien, todo equipo ganador con pilotos muy competitivos corre el riesgo de ver cómo uno de ellos o los dos traspasan el límite en un momento dado. ¿Qué hacer entonces? «Sobre 2016, mi aprendizaje fue que tienes que ser muy claro en eso, muy claro, que la gente entienda que cuando trasciendes eso, las consecuencias son nefastas».
«El castigo más severo es que no estarás en el coche la próxima semana. Si tuvieras dos pilotos que se estuvieran esforzando, que efectivamente chocaran entre sí más de lo que terminan una carrera, sí [lo haría]», afirma Vowles, que adopta un tono inusualmente severo en él.
James Vowles deja claro que, en Williams, el objetivo es «ganar dos campeonatos, pero el de constructores es probablemente el más gratificante, ciertamente para nosotros como individuos. No haces eso con una brecha realmente grande entre tus dos pilotos. Estoy seguro de que hay formas de afrontar los acontecimientos. Tienes que tener mucho cuidado de no jugar a ser Dios».
«Para que quede muy claro, creo que hay límites, y jugar a ser Dios es uno de esos límites, y ahí es donde hay una línea muy fina. Hay que tener mucho cuidado de trascender el lado equivocado», zanja James Vowles.