En un giro inesperado del mercado automotor español, las marcas chinas están dejando de ser una rareza para convertirse en protagonistas. En lo que va de 2025, los vehículos procedentes del gigante asiático ya representan cerca del 10% de las matriculaciones en el país, duplicando su cuota respecto al año anterior.
En los últimos meses, el mercado automotor español ha sido testigo de un fenómeno que pocos anticipaban: el auge imparable de los coches chinos. Marcas como MG, BYD, Omoda y Jaecoo están ganando terreno rápidamente, ofreciendo vehículos eléctricos y de combustión con precios competitivos, diseño atractivo y tecnología avanzada.
Según los últimos datos de matriculación, los coches procedentes de China ya representan cerca del 10% del mercado español, duplicando su cuota respecto al año anterior. Modelos como el MG ZS y el BYD Dolphin Surf se han convertido en opciones populares entre los conductores españoles que buscan eficiencia sin renunciar al estilo.

¿Por qué los coches chinos están conquistando España?
La clave está en su apuesta por la electrificación y una relación calidad-precio difícil de igualar. Mientras las marcas tradicionales luchan por adaptar sus modelos a las nuevas exigencias medioambientales, los fabricantes chinos ya ofrecen vehículos eléctricos con buena autonomía, conectividad avanzada y precios accesibles. Esto ha permitido que modelos como el Atto 3 de BYD compitan directamente con gigantes como Tesla o Kia.
Además, el consumidor español está cambiando. Las nuevas generaciones priorizan la sostenibilidad, la eficiencia energética y la tecnología por encima del prestigio de marca. Este cambio cultural está abriendo la puerta a nuevas opciones en los concesionarios.
Retos pendientes: talleres, recambios y confianza
A pesar de su crecimiento, las marcas chinas aún enfrentan desafíos importantes. La red de talleres oficiales y la disponibilidad de recambios sigue siendo limitada, lo que puede generar dudas entre los compradores más conservadores. Además, la fiabilidad a largo plazo de estos vehículos aún está por demostrar en el mercado europeo.

¿Qué podemos esperar en los próximos años?
Todo apunta a que esta tendencia no es pasajera. Los fabricantes chinos están invirtiendo en infraestructura, acuerdos de distribución y fábricas en Europa, lo que les permitirá consolidar su presencia. Si mantienen su estrategia de innovación y precios competitivos, es probable que los coches chinos se conviertan en una opción habitual en los hogares españoles.
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